Título original: The tree of life.
Género: Drama.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 138 minutos.
Dirección: Terrence Malick.
Guión: Terrence Malick.
Reparto: Brad Pitt, Jessica Chastain, Hunter McCraken, Sean Penn, Fiona Shaw, Crystal Mantecon, Pell James, Joanna Going, Kari Matchett y Michael Showers.
El largometraje se centra principalmente en la vida de Jack durante sus años como niño, haciéndose gran hincapié en la relación con su padre. Deslumbrantes imágenes, una tras otra, embellecen de una manera exquisita un relato que fracasa rotundamente debido, en gran parte, a su falta de humildad. De un modo onerosamente pretencioso se plasman en la pantalla imágenes hipnotizantes que buscan metaforizar diversos aspectos de la narración, generándose así un film enigmático que transmite la sensación de estarse perdiendo de mucho más de lo que realmente transcurre ante nuestros ojos. Y es que realmente algo se esconde detrás de cada imagen y detrás de cada pregunta formulada en un suave susurro, pero la ausencia de transparencia se percibe como petulancia para aquel espectador que no solo busca contemplar el espléndido trabajo de Emmanuel Lubezki como director de fotografía.
El árbol de la vida es un drama con tintes de documental, o bien un documental con tintes de drama, obteniéndose como resultado una especie de híbrido que no logra ser ni drama ni documental y que, como todo híbrido, resulta muy difícil de describir. Es hermosa gracias a la poesía que logra construir con imágenes, pero carece de estructura. Mientras Brad Pitt y Jessica Chastain se lucen en sus roles de padre severo y esposa tímida, Sean Penn solo se limita a vagar por un desierto onírico con expresión de ¿nostalgia? El film logra construir escenas de profunda conmoción que llenan con la sensación de que algo muy importante está a punto de ser revelado, pero a su vez la falta de conexión con lo que se ve en pantalla solo causa alienación y admiración distante.
5 - Pasable
El árbol de la vida es una película dramática narrada de una manera muy poco convencional. En algún punto de los años '50 un severo padre, interpretado por el siempre correcto Brad Pitt, disciplina rudamente a sus tres hijos en una casa tranquila de las afueras de la ciudad. Luego de la muerte de uno de los tres hermanos en la Guerra de Vietnam durante los años '60, la narración viaja hacia nuestros días en donde se nos muestra brevemente a un desaprovechado Sean Penn interpretando a Jack, uno de los hijos adultos de la familia O'Brien.
El largometraje se centra principalmente en la vida de Jack durante sus años como niño, haciéndose gran hincapié en la relación con su padre. Deslumbrantes imágenes, una tras otra, embellecen de una manera exquisita un relato que fracasa rotundamente debido, en gran parte, a su falta de humildad. De un modo onerosamente pretencioso se plasman en la pantalla imágenes hipnotizantes que buscan metaforizar diversos aspectos de la narración, generándose así un film enigmático que transmite la sensación de estarse perdiendo de mucho más de lo que realmente transcurre ante nuestros ojos. Y es que realmente algo se esconde detrás de cada imagen y detrás de cada pregunta formulada en un suave susurro, pero la ausencia de transparencia se percibe como petulancia para aquel espectador que no solo busca contemplar el espléndido trabajo de Emmanuel Lubezki como director de fotografía. El árbol de la vida es un drama con tintes de documental, o bien un documental con tintes de drama, obteniéndose como resultado una especie de híbrido que no logra ser ni drama ni documental y que, como todo híbrido, resulta muy difícil de describir. Es hermosa gracias a la poesía que logra construir con imágenes, pero carece de estructura. Mientras Brad Pitt y Jessica Chastain se lucen en sus roles de padre severo y esposa tímida, Sean Penn solo se limita a vagar por un desierto onírico con expresión de ¿nostalgia? El film logra construir escenas de profunda conmoción que llenan con la sensación de que algo muy importante está a punto de ser revelado, pero a su vez la falta de conexión con lo que se ve en pantalla solo causa alienación y admiración distante.
Es una excelente película, pero lo que posee de excelente también lo posee de despreciable. Es una obra maestra, pero a su vez es un delirio risible. Es, más allá de todo, un film visualmente arrebatador difícilmente olvidable.
5 - Pasable
