
Título original: Moneyball.
Género: Drama.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 133 min.
Dirección: Benneth Miller.
Guión: Aaron Sorkin y Steven Zaillian.
Reparto: Brad Pitt, Jonah Hill y Philip Seymour Hoffman.
"New York Mets contra Oakland Athletics: 114 millones de dólares versus 39 millones" es la primera información que lanza la película cuando todavía no se ha visto una sola imagen. El juego de la fortuna relata la historia de Billy Beane (Brad Pitt), quién en 2002 supo llevar hasta la cima a Los Atléticos de Oakland contando con uno de los presupuestos más bajos de entre los equipos de la liga de baseball. Billy es el manager de los Oaks, encargado de armar el equipo mediante la compra y venta de jugadores; y es al ver a sus mejores hombres ser transferidos a los equipos más ricos cuando decide adoptar una nueva estrategia basada en estadísticas y ecuaciones junto a Peter Brand (Jonah Hill), un licenciado en economía recibido en Yale. Pero Billy y Peter deberán ir en contra de todos a su alrededor, pues los fans, los medios de comunicación, e incluso el propio director técnico de los Oaks criticarán cada uno de los pasos dados por estos dos revolucionarios obstinados en hacer frente a un sistema tan sólidamente establecido.
El guionista Steve Zaillan ya se había destacado en películas previas como Hannibal y La lista de Schindler, pero fue la co-participación con Aaron Sorkin lo que me impulsó definitivamente a ver este film. El trabajo de Sorkin en Red Social fue tan sublime que ha demostrado que su pluma es capaz de tornar interesante incluso hasta el más soso de los relatos; y si bien en El Juego de la fortuna la historia puede volverse aburrida durante algunos pasajes y quizás el film resulte un poco más largo de lo que debería, el guión logra que un deporte tan alejado de nuestra cultura y tan aburrido como lo es el baseball logre incluso hasta parecer entretenido. Las actuaciones de Brad Pitt y Jonah Hill son excelentes, e hizo incluso que me preguntara por qué éste último ha sido limitado hasta ahora a papeles menores siendo que ciertamente goza de la capacidad para llenar los zapatos de grandes protagónicos en películas de gran vuelo. No se puede hacer un comentario similar sobre la actuación de Philip Seymour Hoffman, pero no por qué ésta sea criticable, sino en realidad por qué los minutos que aparece en pantalla son demasiado escasos como para hacer una evaluación correcta acerca de su desempeño. Se lo ha visto lucirse en Patch Adams, Capote, y Mi novia Polly, pero aquí incluso hasta parece desaprovechado.
5 - Pasable
