4 ene 2012

50/50



Título original: 50/50
Género: Comedia, Drama.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 100 min.
Dirección: Jonathan Levine.
Guión: Will Reiser.
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Anna Kendrick, Seth Rogen, Anjelica Huston y Brice Dallas Howard.










"No fumo, no bebo... reciclo", se defiende Adam (Joseph Gordon-Levitt) frente al diagnóstico del médico, pero eso ya no importa. El cáncer está ahora presente en su vida y siendo sólo un joven de 27 años debe hacer frente a una enfermedad que lo deja con una probabilidad de sobrevivir del 50 %. Shock, negación, resistencia, aceptación.
El guión de Will Reiser nos cuenta una historia con la que cualquiera de nosotros puede identificarse, pues Adam es un muchacho como cualquiera, y eso hace que cualquiera pueda ser Adam. El maravilloso Joseph Gordon-Levitt es en realidad quién nos logra poner a Adam tan cerca, pues su interpretación, tan brillante como siempre, nos deja una vez más a un personaje tan accesible que casi parece que contara nuestra propia historia; algo difícil de lograr, sobre todo si en este caso en particular les habla un espectador que afortunadamente no ha tenido siquiera contacto cercano con el cáncer. Gordon-Levitt se hizo conocido gracias a su participación en la serie de televisión 3rd rock from the Sun, pero nunca logró destacarse demasiado en ella por sobre el disparatado personaje de Jhon Lithgow. Sin embargo, ahora ya adulto no deja de lucirse en cada una de las películas en las que aparece. Sus interpretaciones son sublimes; y si además sumamos a ello su buen juicio a la hora de escoger films en los cuales poner su arte, entonces podemos asociar su presencia con un producto que de seguro no nos decepcionará. Seth Rogen, por su parte, repite una vez más el mismo papel de las comedias facilonas en las que hasta ahora ha participado, pero aquí se luce más de la cuenta, pues 50/50 no sería lo mismo sin este personaje tan tosco, cómico y sincero. Definitivamente la presencia de Kyle como el amigo de Adam hace la diferencia entre la comedia drámatica que 50/50 es y el drama triste y apagado en el que se transformaría sin él.
El sentimiento de alienación está presente en todo momento. Adam se siente solo como cualquiera se sentiría y los demás parecen muy alejados de la realidad que le toca vivir. Nadie pareciera entenderlo. Nadie pareciera saber que es lo que realmente se siente. Ni siquiera él sabe qué sentir en realidad. Por momentos está relajado, calmado, como si se tratara de un proceso natural que debe atravesar. En otros, en cambio, lo abruma la depresión y la desesperación. Nunca lo expresa en palabras, pero en esos momentos su rostro grita a cuatro vientos "¿por qué tuvo que pasarme esto a mí?". Es hacia el final del film en donde se logran dos de los momentos más emotivos, al darse Adam cuenta de que, si bien ésta es una guerra que debe luchar él solo, su madre y su mejor amigo se preocupan más por él de lo que él imaginaba. Pero la escena más desgarradora es sin duda el abrazo entre madre e hijo previo al ingreso a la sala de operaciones, en donde Adam, temeroso de la muerte, se lanza a los brazos de su madre como si aún fuera un niño, en busca de protección frente a la amenaza que se le avecina. Lágrimas y aplausos. 
¿Críticas negativas? Una novia innecesaria, solo presente para demostrar que nunca es tarde para poner final a aquello que nos hace daño y comenzar de nuevo. Un padre con Alzheimer que solo funciona como elemento para incrementar el sentimiento de alienación en Adam y su incapacidad de conectarse con otras personas. Y, por sobre todo lo anterior, su desprolijidad; una desprolijidad hecha adrede, quizás, pero que le quita intensidad al film.
En resumen, una película con una peculiar forma de tratar a un tópico tan delicado como lo es el cáncer. Actuaciones sublimes, guión bueno, y una banda sonora excelente. Recomendable sin duda alguna. 

7 - Buena