27 feb 2012

La invención de Hugo




Título original: Hugo.
Género: Drama.
Calificación: Apta para todo público.
Duración: 127 min.
Dirección: Martin Scorsese.
Guión: John Logan.
Reparto: Asa Butterfield, Chloe Moretz, Ben Kingsley, Sacha Baron Cohen y Jude Law.









La invención de Hugo relata la historia de Hugo Cabret (Asa Butterfield), un niño huérfano que tras perder a su padre en un horrible incendio se ve obligado a vivir en una estación de trenes parisina durante los años '30. Su principal labor en este lugar será dar cuerda a los relojes de la estación para así mantenerlos en funcionamiento, al tiempo que intentará reunir las piezas necesarias para arreglar un extraño hombrecillo de metal.
Hugo presenta un eje argumental distintivo, pues no se aferra al clásico formato de una trama cualquiera caracterizado por un inicio, un nudo y un desenlace para contar su historia, sino que mas bien simplemente transcurre. La existencia de Hugo Cabret es en realidad una excusa, un telón de fondo para rendir homenaje al ilusionista y cineasta francés George Méliès (Ben Kingsley), quien en 1902 dirigió el primer film de ciencia ficción de la historia del cine. La imagen de la cara de la luna recibiendo el impacto de un cohete espacial disparado por una bala de cañón pertenece a la película Viaje a la Luna y hace su aparición en numerosas ocasiones a lo largo del film de Scorsese. Es dicha imagen la que entrelaza en realidad ambas historias a través del viejo y oxidado robot que Hugo aún conserva luego de la muerte de su padre. Ben Kingsley, una vez más, hace una sublime interpretación al contarnos con su arte la historia de quién en numerosas ocasiones ha sido llamado el gran mago del cine, mientras que el resto del elenco, si bien no sobresale, cumple más que correctamente con su papel. 
La magia que invade de lleno cada plano de la estación de trenes recrea un aire de fantasía exquisito, que la hace realmente merecedora de los Premios de la Academia a mejor fotografía y mejor dirección artística con los que finalmente fue galardonada.
Debo criticar, sin embargo, el excesivo desfile de personajes secundarios que solo buscan rellenar espacio en un relato donde realmente no hay demasiado para contar. El más destacable es por supuesto el guardia de la estación de trenes interpretado por Sacha Baron Cohen y sus redundantes persecusiones tras el pequeño Hugo. Más allá de que siempre he amado ver a Tom perseguir a Jerry una y otra vez, me es algo insólito creer que, además de la sentida historia de George Méliès, el otro pilar en el cual se apoye el guión de La invención de Hugo sea algo tan tonto, simplón y, por sobre todas las cosas, aburridamente repetitivo. No comprendo tampoco la presencia de los personajes del café ni tampoco la de sus canes, pues si bien se les otorga en pantalla un tiempo casi mínimo, creo que de todos modos este resulta excesivo si se tiene en cuenta el escaso -por no decir nulo- aporte que cada uno de ellos realiza a la historia central. 
En resumen, un film visualmente hermoso con una historia simple que no se comprende del todo sino hasta que se muestran en pantalla los títulos finales. 

7 - Buena