Título original: Drive.
Género: Thriller, Acción.
Calificación: Apta para mayores de 16 años.
Duración: 100 min.
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Guión: Hossein Amini
Reparto: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Albert Brooks, Ron Perlman, Bryan Cranston y Oscar Isaac.
Drive cuenta la historia de un joven que durante el día trabaja en un taller mecánico y es doble en películas de cine, pero que al ponerse el sol conduce el automóvil que lleva a los maleantes lejos de la escena del crimen una vez éstos han cometido sus atracos.
El film cuenta con una estética muy cuidada, con actuaciones correctas, y con una banda sonora agradable, pero falla estrepitosamente en numerosos y variados aspectos. Es así que, a pesar de que algunos seguramente puedan apreciar cierto encanto en ello, creo que Refn ha desacertado enormemente a la hora de hacer sonar canciones de los '80 en momentos que poco tienen que ver con el ritmo musical de fondo. Algo similar ocurre con el color y la fuente de los títulos, probablemente más propios de una comedia romántica con Jennifer Garner o Sarah Jessica Parker. Lo criticable por sobre todo lo anterior es que el estilo retro tan aplaudido por algunos se queda a medias al intentar sostenerse únicamente en estos dos aspectos meramente simples y superficiales. De todos modos, estos pequeños desperfectos no son más que nimiedades que no afectan en lo más mínimo a la percepción del film. Los planos alargados en exceso resultan también algo molestos, pero al fin y al cabo llegan a tolerarse e incluso hasta podría decirse que envuelven a la historia en un aire de misterio intrigante.
Pero, lamentablemente, el gran problema de Drive es que desborda ausencia de lógica en numerosas situaciones. ¿Por qué éste conductor, cuyo nombre por cierto nos es desconocido, besa tan apasionadamente a la chica que le gusta para luego destrozar con excesiva brutalidad la cabeza de un tipo solo porque este porta un arma? Por lo que a Ryan respecta, su personaje carecía de fundamento alguno para aseverar que dicho hombre no era más que un simple policía vestido de civil. Por otra parte, ¿es realmente necesario colocarse la máscara para asesinar a Nino (Ron Perlman) cuando ya todos conocían el verdadero rostro de niño bueno de Gosling? Algo que me resulta imposible de entender es la razón de por qué nuestro conductor le da la espalda a Bernie (Albert Brooks) en el trayecto hacia el auto si justamente acaban de advertirle que debe cuidársela. ¿Acaso es tonto o qué? Citando a mi viejo amigo Forrest diré que "tonto es el que hace tonterías", y el personaje de Ryan decididamente se luce en hacer una estupidez tras otra: es de sobras indignante el hecho de haber dejado ahí tirado junto al cadáver todo el dinero, y por supuesto ni hablar de la idiotez de vestir una chaqueta sucia de sangre a plena luz del día.
Es obvio que el guión de Hossein Amini no ha puesto demasiado énfasis en la explicación de por qué Ryan Gosling termina enroscado en semajante embrollo, casi como si se tratara de algo secundario. Nino, el club, las carreras de coches y el trabajo de especialista de Ryan son historias que empiezan pero que no acaban. La escena en la pizzería en donde los malos comienzan a hablar de "La familia" trayendo al tema de los pelos termina siendo una rídicula parodia de El padrino y la única y pobre elucidación que se obtienen de los hechos acaecidos hasta entonces.
Por si todo lo anterior fuera poco, Drive derrama sangre y violencia a diestra y siniestra, y cuando una historia se ve obligada a recurrir al rojo escarlata en exceso es porque sencillamente es la forma más simplona que ha encontrado para causar un impacto en el espectador (¿acaso ningún mafioso cargaba consigo un arma, que todas las muertes deben ocurrir tras puñaladas o cortes?).
Más allá de lo expuesto anteriormente, Drive es una cinta que afortunadamente en ningún momento logra tornarse pesada y al menos sus cien minutos se dejan ver, pero lamentablemente eso no es suficiente para salvarla del desaprobado.
3 - Floja

El film cuenta con una estética muy cuidada, con actuaciones correctas, y con una banda sonora agradable, pero falla estrepitosamente en numerosos y variados aspectos. Es así que, a pesar de que algunos seguramente puedan apreciar cierto encanto en ello, creo que Refn ha desacertado enormemente a la hora de hacer sonar canciones de los '80 en momentos que poco tienen que ver con el ritmo musical de fondo. Algo similar ocurre con el color y la fuente de los títulos, probablemente más propios de una comedia romántica con Jennifer Garner o Sarah Jessica Parker. Lo criticable por sobre todo lo anterior es que el estilo retro tan aplaudido por algunos se queda a medias al intentar sostenerse únicamente en estos dos aspectos meramente simples y superficiales. De todos modos, estos pequeños desperfectos no son más que nimiedades que no afectan en lo más mínimo a la percepción del film. Los planos alargados en exceso resultan también algo molestos, pero al fin y al cabo llegan a tolerarse e incluso hasta podría decirse que envuelven a la historia en un aire de misterio intrigante. Pero, lamentablemente, el gran problema de Drive es que desborda ausencia de lógica en numerosas situaciones. ¿Por qué éste conductor, cuyo nombre por cierto nos es desconocido, besa tan apasionadamente a la chica que le gusta para luego destrozar con excesiva brutalidad la cabeza de un tipo solo porque este porta un arma? Por lo que a Ryan respecta, su personaje carecía de fundamento alguno para aseverar que dicho hombre no era más que un simple policía vestido de civil. Por otra parte, ¿es realmente necesario colocarse la máscara para asesinar a Nino (Ron Perlman) cuando ya todos conocían el verdadero rostro de niño bueno de Gosling? Algo que me resulta imposible de entender es la razón de por qué nuestro conductor le da la espalda a Bernie (Albert Brooks) en el trayecto hacia el auto si justamente acaban de advertirle que debe cuidársela. ¿Acaso es tonto o qué? Citando a mi viejo amigo Forrest diré que "tonto es el que hace tonterías", y el personaje de Ryan decididamente se luce en hacer una estupidez tras otra: es de sobras indignante el hecho de haber dejado ahí tirado junto al cadáver todo el dinero, y por supuesto ni hablar de la idiotez de vestir una chaqueta sucia de sangre a plena luz del día.
Por si todo lo anterior fuera poco, Drive derrama sangre y violencia a diestra y siniestra, y cuando una historia se ve obligada a recurrir al rojo escarlata en exceso es porque sencillamente es la forma más simplona que ha encontrado para causar un impacto en el espectador (¿acaso ningún mafioso cargaba consigo un arma, que todas las muertes deben ocurrir tras puñaladas o cortes?).
Más allá de lo expuesto anteriormente, Drive es una cinta que afortunadamente en ningún momento logra tornarse pesada y al menos sus cien minutos se dejan ver, pero lamentablemente eso no es suficiente para salvarla del desaprobado.
3 - Floja

