Título original: American Pie: Reunion
Género: Comedia.
Calificación: Apta para mayores de 16 años.
Duración: 113 min.
Dirección: Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg.
Guión: Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg.
Reparto: Jason Biggs, Alyson Hannigan, Seann William Scott, Tara Reid, Mena Suvari, Chris Klein, Thomas Ian Nicholas y Natasha Lyonne.
La cuarta y, al parecer, última entrega de la saga American Pie nos relata los eventos que acontecen durante el fin de semana del reencuentro de Jim con sus viejos amigos de la secundaria. El grupo de treintañeros es consciente de que las cosas ya no son como antes, a excepción, claro, de Stifler, quién aún continúa comportándose como un adolescente.
El film cumple con lo que promete y logra, quizás, llegar un poco más allá respecto a sus predecesoras gracias a la pizca de nostalgia con la que el paso del tiempo sabe condimentar a toda última entrega de su respectiva saga. Lejos se encuentra por supuesto de conmovernos como lo supo hacer Stallone en Rocky Balboa o Andy con sus juguetes en Toy Story 3, pero no por ello deja de ser un producto entrañable. Jim ya es padre, Oz aún continúa enamorado de Heather a pesar de que sus caminos se han separado ya hace mucho tiempo, y Kevin aún guarda un gran cariño por quién fue su primer amor. Finch es quizás de quién menos se sabe, pero su historia nos muestra que el tiempo se encarga a veces de que las cosas no resulten como en un principio las habíamos planeado. Stifler, por su parte, aún continúa con la misma actitud de siempre, pero lo que en la secundaria lo situaba alto en la escalera de la popularidad, en el mundo de los adultos lo deja fuera del comportamiento social normalmente aceptado. Es, sin embargo, y siempre lo ha sido, el personaje fuerte de American Pie. Solo por las caras que Seann William Scott gesticula al interpretar al "Steifmaster" vale la pena ver el film.
American Reunion es, no obstante, más de lo ya visto en las anteriores entregas. Fiesta tras fiesta, alcohol de por medio, y reservando el sexo solo para el final, la fórmula de la primera y la segunda entregas, que se había dejado un poco de lado en American Pie: La boda, se repite aquí una vez más. No logra ser una gran película, pero el film alcanza sus objetivos y logra dar un cierre perfecto a las diferentes historias. Innecesaria parece sin embargo la aparición de ciertos secundarios en momentos realmente poco oportunos y, por ende, carentes de credibilidad. Sí, lo sé, es American Pie y la credibilidad no juega un papel importante, pero ¿Nadia irrumpir así mientras Jim y Michelle tienen sexo? ¿O la mamá de Finch buscando a su hijo de treinta años en la fiesta de reencuentro para llevárselo a casa como si fuera un niño de trece? Por otra parte, es factible quizás que la vecina de Jim se le insinúe a éste, y más aún si ha tomado un par de copas de más, pero ¿la mamá de Finch, una señora mayor, insinuársele a Stifler tan explícitamente en un contexto tan poco propio? Resultan ciertas cosas un poco ilógicas, pero las locuras han caracterizado desde siempre a la esencia de la historia, de modo tal que no sé si contentarme por ver aún vivo el impulsivo actuar de los personajes o criticar ciertas escenas cuyas líneas en el guión parecieran haber sido escritas sobre la marcha.
Nota aparte merece el póster con el que se ha promocionado al film, cuyos personajes lucen en la misma posición que en el de aquella primera entrega estrenada en el año '99; y es que American Reunion es, a grandes rasgos, un buen final para una saga que ha sabido ser tan entretenida como simplona.
5 - Pasable
La cuarta y, al parecer, última entrega de la saga American Pie nos relata los eventos que acontecen durante el fin de semana del reencuentro de Jim con sus viejos amigos de la secundaria. El grupo de treintañeros es consciente de que las cosas ya no son como antes, a excepción, claro, de Stifler, quién aún continúa comportándose como un adolescente.
El film cumple con lo que promete y logra, quizás, llegar un poco más allá respecto a sus predecesoras gracias a la pizca de nostalgia con la que el paso del tiempo sabe condimentar a toda última entrega de su respectiva saga. Lejos se encuentra por supuesto de conmovernos como lo supo hacer Stallone en Rocky Balboa o Andy con sus juguetes en Toy Story 3, pero no por ello deja de ser un producto entrañable. Jim ya es padre, Oz aún continúa enamorado de Heather a pesar de que sus caminos se han separado ya hace mucho tiempo, y Kevin aún guarda un gran cariño por quién fue su primer amor. Finch es quizás de quién menos se sabe, pero su historia nos muestra que el tiempo se encarga a veces de que las cosas no resulten como en un principio las habíamos planeado. Stifler, por su parte, aún continúa con la misma actitud de siempre, pero lo que en la secundaria lo situaba alto en la escalera de la popularidad, en el mundo de los adultos lo deja fuera del comportamiento social normalmente aceptado. Es, sin embargo, y siempre lo ha sido, el personaje fuerte de American Pie. Solo por las caras que Seann William Scott gesticula al interpretar al "Steifmaster" vale la pena ver el film.
American Reunion es, no obstante, más de lo ya visto en las anteriores entregas. Fiesta tras fiesta, alcohol de por medio, y reservando el sexo solo para el final, la fórmula de la primera y la segunda entregas, que se había dejado un poco de lado en American Pie: La boda, se repite aquí una vez más. No logra ser una gran película, pero el film alcanza sus objetivos y logra dar un cierre perfecto a las diferentes historias. Innecesaria parece sin embargo la aparición de ciertos secundarios en momentos realmente poco oportunos y, por ende, carentes de credibilidad. Sí, lo sé, es American Pie y la credibilidad no juega un papel importante, pero ¿Nadia irrumpir así mientras Jim y Michelle tienen sexo? ¿O la mamá de Finch buscando a su hijo de treinta años en la fiesta de reencuentro para llevárselo a casa como si fuera un niño de trece? Por otra parte, es factible quizás que la vecina de Jim se le insinúe a éste, y más aún si ha tomado un par de copas de más, pero ¿la mamá de Finch, una señora mayor, insinuársele a Stifler tan explícitamente en un contexto tan poco propio? Resultan ciertas cosas un poco ilógicas, pero las locuras han caracterizado desde siempre a la esencia de la historia, de modo tal que no sé si contentarme por ver aún vivo el impulsivo actuar de los personajes o criticar ciertas escenas cuyas líneas en el guión parecieran haber sido escritas sobre la marcha. Nota aparte merece el póster con el que se ha promocionado al film, cuyos personajes lucen en la misma posición que en el de aquella primera entrega estrenada en el año '99; y es que American Reunion es, a grandes rasgos, un buen final para una saga que ha sabido ser tan entretenida como simplona.
5 - Pasable
